Que más se puede decir de los Quilchos..

entramos por ese camino de lluvia falsa

hacia ese seno gigante

donde me escondí por días

junto a esa gata preñada que amaba mi salmón

y ese perro abusiva enamorado del camino

pero leí, hable y jugué.. incluso me dore.

recordé resistiré

y cuanto extrañe todo esto tan moderno

y cuanto detesto a esa gente bien que habla mal

aun que esperaba un recibimiento

al menos con un par de brazos abiertos

solo vi dos colas peludas... pero eso no es suficiente para mi hoy.

creo que Troya(en mi) se perdió

junto con mis ganas de publicar

y de redimir almas con mi lectura corrosiva.